jueves, 25 de noviembre de 2010

Cabaret de Bob Fosse (1972)

Berlin, 1931. Los nazis están infectando el país y los conflictos que provocan son cada vez más frecuentes. Pero hay un sitio donde se puede olvidar todo el caos de la realidad: el cabaret. Ahí solo existe la diversión, la bebida y las chicas bonitas.

Liza Minelli, impresionante en su actuación, da vida a la protagonista Sally Bowles. Divertida, alocada, a veces infantil, soñadora y corrompida por los placeres de la vida es capaz a su vez de corromper a cualquiera, incluido a un señorito universitario de Cambridge(Michael York). En resumen, la decadencia divina. Ambos, guiados por el desenfreno se dejaran llevar por las situaciones y sobre todo por el dinero.

Los grandes números musicales coreografiados por su director Bob Fosse fueron capaces de revivir el género del musical cuando se consideraba que estaba acabado. Todos ellos, a cargo del maestro de ceremonias Joel Grey, hacen una sutil referencia a las cosas que están pasando fuera. Y como buen cine, sugiere pero no explica. Cualquiera de ellas las podemos extender hasta nuestros y serian igual de validas, lo que demuestra que la sociedad ha cambiado muy poco.

Los puntos de vista que muestra cada plano hacen que el espectador se pueda meter en la historia sintiéndose como un asiduo más al cabaret, y es que la cámara se mete por todos los sitios posibles. El juego de luces, el maquillaje y el vestuario de las chicas hacen aun más vistosa la puesta en escena.

Un montaje con un ritmo que podríamos calificar de rápido y cortes de plano muy radicales que no te dejan pensar en el contexto y los conflictos de la época y te meten de nuevo en el cabaret.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Princesas de Fernando León de Aranoa (2005)

El mundo de las prostitutas es un tema muy utilizado en las películas españolas. Sin embargo, Fernando León introduce un elemento nuevo: la inmigración. Dos vidas se contraponen: Caye (Candela Peña) ahorra para operarse el pecho y de esa manera trabajar más y Zulema (Micaela Nevarez) una dominica que viene a España en busca de un futuro mejor para la familia que ha dejado al otro lado del Atlántico. Por causas del destino o más bien de la competencia, sus caminos se cruzaran.


Como toda buena relación cinematográfica que se precie, estas dos protagonistas verán la competencia la una en la otra. Sin embargo, Caye finalmente se desenvuelve con una actitud tolerante y que servirá de ejemplo para sus amigas. Fernando León lo hace con la excusa de las prostitutas, pero este discurso a favor de la tolerancia se puede llevar a todos los campos y erradicar de una vez ese pensamiento que también se muestra en la película: los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo.



En este film se desarrollan cuatro temas universales: salud, dinero, sexo y el amor. O mas bien la falta de amor, ya que eso es lo que anhelan todos los personajes. Y es que hay personas que consideran que sentirse queridas solo es cosa de privilegiados… o de princesas.



Una historia humana, con personajes humanos y una técnica de cámara al hombro que te acerca aun más al relato.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Leolo de Jean-Claude Lauzon (1992)

La historia de Leolo cuenta la historia de un niño, Leo, que necesita salir de la realidad de su familia, formada por un padre obsesionado con defecar para tener salud, un hermano lleno de miedo y unas hermanas con problemas psiquiátricos; y esa salida la conseguirá a través de la escritura y de la invención del personaje Leolo.


A lo largo del relato habrá continuas interferencias entre la realidad y la imaginación del protagonista y el director considera al espectador lo suficiente inteligente para que con la información que se da lo pueda descodificar el film correcta y coherentemente.



La primera secuencia antes de los créditos pertenece a la historia pero no al relato. Lo consideramos un flash back ajeno al relato ya que se sitúa en un tiempo muy anterior al que el relato narra. Sin embargo es una parte más del relato ya que en él se da al espectador pistas sobre lo que va a ver a lo largo de la película y, por tanto, da lugar a que éste se cree expectativas. Debido al tratamiento que se hace de esta secuencia, el espectador entenderá que no se encuentra ante un texto fílmico normal ni continuo.



El relato está plagado de saltos en el tiempo. Estos saltos incluyen lagunas que se resuelven a lo largo de la película o no. En cuanto las lagunas que no se resuelven y son permanentes, tenemos por un lado la repentina desaparición del abuelo y del padre, y por otro lado, tenemos un final abierto que cada espectador puede interpretar de una manera distinta. Bajo nuestra opinión, Leo ha terminado la infancia y por lo tanto, se le ha acabado la imaginación, por lo que, ocurre lo que tenía que ocurrir: se vuelve adulto y acaba en un psiquiátrico, como algunos de los miembros de su familia. Al mismo tiempo que Leo deja de ser un niño, Leolo muere. Otra interpretación posible es que dados los antecedentes psiquiátricos de la familia, el niño acabe catatónico.



Las lagunas que se resuelven en el relato no se suelen resolver de manera rápida, es decir, son lagunas no efímeras. Un ejemplo de esto lo encontramos el objeto de la soga. Primero vemos que el niño está dentro de la bañera con una soga y varias secuencias mas tarde vemos la utilidad que le da.



Debido a la introducción que se hace del film, el espectador rellenará estas lagunas de manera libre pero teniendo la hipótesis de que algo extraño ha ocurrido en ese tiempo que no se muestra. Cuando por medio de un flash back vemos lo que ha pasado en el relato, efectivamente el espectador se da cuenta de que estaba en lo cierto. Por lo tanto, estas son las lagunas concretas y tras haberlas realzado (el espectador sabe que hay una información que no se le está dando) las suprime.



Las lagunas vienen condicionadas por los principios de retraso y redundancia. La redundancia se da a lo largo de todo el film con la frase “como yo sueño, yo no lo estoy”. El retraso se da cuando alarga el momento de dar la información de ciertas acciones. Lo que el espectador ve primero es el efecto y luego la causa. La primera escena antes de los créditos da una información concentrada y preliminar y a lo largo del resto del film la información aparece salpicada en distintos momentos. Con toda esta información solo al final de la película podremos haber hecho una lectura del film.