miércoles, 29 de septiembre de 2010

Come, reza, ama de Ryan Murphy (2010)

Festival de San Sebastián, gran expectación por la presencia de Julia Roberts y una enorme promoción de su película con Javier Bardem. Y así, engañado, te plantas en el cine a ver una película que se supone que es buena. Y digo se supone porque no se salva absolutamente nada. En primer lugar, Javier Bardem sale los últimos 20 minutos haciendo de brasileño (en fin…); el titulo de la película te lo cuenta todo: primero come, luego reza y por ultimo ama; y desde luego, el viaje espiritual que pretende hacer la protagonista no hay quien se lo crea.

Ni siquiera la presencia y protagonismo de la novia de América la salva. Todos los personajes tienen un drama existencial que pretenden superar y las relaciones que se establecen entre ellos son poco creíbles, lo que hace que la identificación con cualquiera de ellos sea imposible.

Sigue el prototipo de la “comedia” romántica made in Hollywood con final bonito y feliz, donde todo se arregla con un breve pero contundente discurso cursi y por supuesto, lleno de topicazos que no ofrecen nada nuevo al espectador. En cuanto al montaje hay unos momentos de flashbacks que no vienen a cuento pero que seguramente quieran trasmitir lo que ni el guión ni los personajes pueden.

Los 130 minutos de metraje de la película se traducen en el mayor aburrimiento y medida que avanza el film vas pensando: “Y todavía Bardem no ha salido”.

La película aboga por la paz interior y la meditación. El espectador en su asiento medita qué es lo que le ha llevado a ver semejante película.

Come, reza, ama y duérmete en la butaca del cine.

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