sábado, 30 de octubre de 2010

El lector de Stephen Daldry (2008)

El lector es una película basada en la novela de Bernhard Schlink que cuenta el encuentro y la relación amorosa de un chico de 15 años, Michael Berg, con una cobradora de tranvía de 36 años, Hanna Schmitz. Un día, Hanna desaparece sin dejar rastro y años más tarde sus caminos se vuelven a encontrar en un juicio donde Hanna está siendo juzgada por supuestos crímenes que cometió siendo guardia de un campo de concentración nazi. Michael es un estudiante de derecho que observa con impotencia cómo condenan a Hanna injustamente debido a que se niega a revelar un secreto que considera más vergonzoso que las acusaciones.


RECURSOS DEL GUIÓN

Esta película se clasificaría dentro del género de drama. Su principal recurso es su evolución e intensidad dramática tanto de los personajes como de la historia que se va desarrollando.


Los personajes se enfrentan a situaciones en las que nunca habían estado antes y eso hace que el film sea más interesante. Un ejemplo de ello es cuando Hanna y Michael discuten por primera vez y él no sabe por dónde coger la situación. Además hay que añadir que ambos confrontan dos tipos de personajes muy diferentes: Michael es vitalista, soñador, muy tierno y sensible; Hanna es distante, fría, con un carácter muy fuerte y con cambios de humor. Debido a las situaciones, podemos observar cómo al final prácticamente se han intercambiado esos roles con los que jugaban al principio (esto lo podemos ver al final de la película, cuando Michael va a ver a Hanna y ella le tiende la mano para cogérsela).


La música juega también un papel clave, ya que da fortaleza a las escenas más importantes de la película y además juega como elemento de conexión entre los dos personajes principales. Un ejemplo de ello es la canción de coro de iglesia que Michael lleva en el coche, que es la misma canción que ella se sienta a escuchar en una capilla cuando se van de vacaciones años atrás.



También se retoman a lo largo de la película los mismos elementos. Esto se da en los libros que Michael lee a Hanna. Tanto en su relación cuando él era un adolescente como cuando ella está en la cárcel le lee los mismos libros: La dama del perrito, La odisea

Y además el sitio donde Hanna es enterrada fue donde ellos fueron de fin de semana.

ESTRUCTURA NARRATIVA

La principal trama del guión es aquella que cuestiona el sistema de justicia existente para juzgar a los nazis o, en este caso, a guardias encargadas del cuidado y vigilancia de las presas judías. Se ponen de manifiesto dos puntos de vista: uno es el dado por el protagonista y otro viene dado por otro estudiante, compañero de Michael, con el que discute sobre qué sería correcto hacer en el caso de Hanna.


Podemos añadir que hay también subtramas como el analfabetismo y la vergüenza de ser analfabeto; y los conflictos interiores de una persona que ha sido marcada por una etapa de su vida que no es capaz de superar.

La película se articula en flash back. Comienza en 1995 y se remonta a 1958, cuando Michael conoce a Hanna. A lo largo de las dos horas de película se cuenta la adolescencia de Michael Berg y su madurez.

Esta decisión de hacerlo en un tiempo no lineal podría venir dada por la intención de que el espectador sea consciente de hasta qué punto Michael fue marcado por Hanna en un corto periodo de su vida. Nos muestra cómo es un tiempo actual para poder compararlo con cómo era antes y así poder llegar a comprender por qué Michael actúa como actúa a los 41 años.


Esto lo podemos observar con el personaje de su hija. Hay una conversación en la que Michael le dice a su hija que siempre ha sido muy distante y que no se abría a nadie. Con el flash back se nos explica el porqué: nos cuenta cómo era antes (vitalista) y lo que le hizo cambiar (su relación con Hanna).


Retomando el tema de la evolución ya mencionado al principio, el personaje pasa por tres etapas: apasionado y algo sentimental en su adolescencia, frío y distante en su época de universitario, y dispuesto a abrirse y mostrar lo que siente en su madurez.


También es relevante en este apartado el personaje de Ilana Mather (judía que estuvo en el campo de concentración del que Hanna era responsable y que escribió un libro contando sus vivencias en el campo). Al final de la película, Michael acude a verla y este personaje actúa de manera que el espectador pueda ver lo que realmente siente Michael.


Cabe destacar también al personaje de la chica que estudia con él, la cual funciona como válvula de escape para el protagonista en un momento en el que todo le supera (el juicio de Hanna).

Dada esta evolución del personaje, la película también se puede estructurar en esas tres partes: adolescencia de Michael marcada por Hanna, universitario donde de nuevo el juicio de Hanna le vuelve a marcar, y madurez cuando se reencuentra con ella tras años sin contacto.


ESTILO DE NARRACION Y PUNTO DE VISTA

La historia se cuenta desde el punto de vista de Michael. En teoría hay un narrador extradiegético (no se manifiesta) y se lleva a cabo la delegación narrativa. Hay partes de la película contadas por los propios personajes. Por ejemplo cuando Hanna cuenta en el juicio lo que ocurrió en los campos de concentración.

El espectador lo ve todo desde la perspectiva de Michael. En este sentido no sabemos más que los personajes (ejemplo: tanto el espectador como el protagonista se enteran al mismo tiempo de que Hanna es analfabeta). Esto hace que el narrador sea equisciente (no dice más que lo saben los personajes).

LAS ESCENAS LLAVE
En la película hay ciertas escenas que son claves. La primera llega cuando Michael va a ver a Hanna tras recuperarse de su enfermedad, llevándole un ramo de flores. Ella se está vistiendo y él la observa. Es ahí cuando empieza el juego de seducción. Más tarde esto queda patente cuando vuelve a verla de nuevo. Entonces Hanna le da un baño a Michael porque éste se ha ensuciado con carbón, y mientras le seca con una toalla vemos que ella también esta desnuda.

Otra escena clave es cuando le comunican a Hanna su ascenso y ella comienza a hacer las maletas para irse. Estas escenas se combinan con escenas de Michael en el río con sus amigos, que es cuando él sale corriendo a la casa, ya vacía, de Hanna. La música aquí juega un papel muy importante porque aportando más dramatismo a las imágenes.

Las escenas de los juicios son las más relevantes, ya que en ellas se desarrolla el tema principal de la película. Además todas ellas aportan nueva información que afecta a los dos personajes principales. Con ellas se abre una nueva línea argumental que coincide más o menos con la mitad de la película. Es aquí donde empieza de verdad la trama, la cual viene inducida por escenas de Michael en otros juicios ya actuales (de 1995) ejerciendo de abogado.
No debemos olvidar la escena en la que ella aprende a leer ayudada por las cintas que Michael la envía a la cárcel. De nuevo la música juega un papel fundamental mientras vemos cómo él graba las cintas y ella las escucha.
Cabe destacar también algunas escenas que aparentemente no tienen relevancia pero que tras ver la película nos damos cuenta de su importancia y entendemos por qué están ahí. Nos referimos a dos escenas en concreto: la primera cuando los dos protagonistas se van de vacaciones en bicicleta y se sientan a comer. A su lado se sientan unos niños con los que Hanna parece que se siente incómoda. La otra escena es cuando se sienta en la iglesia a escuchar al coro de niños y Michael la encuentra fascinada ante ellos.

Estas escenas que he mencionado hacen referencia al analfabetismo de Hanna, el cual no descubriremos hasta más adelante, y su sentimiento de inferioridad con respecto a los niños, ya que ellos a su corta edad ya saben leer y escribir y son capaces de leer una carta de restaurante.


Una escena que puede resultar decepcionante al espectador es aquella en la que Michael acude a la cárcel para ver a Hanna antes de que la condenen y, cuando está a punto de entrar, se da la vuelta y se va. Esto crea una expectativa en el espectador que no se satisface.

En cuanto al desenlace, se puede decir que hay dos, uno para cada personaje. Hanna decide suicidarse un día antes de ser indultada y Michael sigue con su vida intentando superar de una vez por todas todo lo ocurrido con Hanna, para lo que decidirá contárselo a su hija, liberándose así de ese peso.

Sí que podríamos decir que el guión de David Hare sigue el paradigma de Syd Field, pues en primer lugar encontramos el planteamiento (Michael se pone enfermo y se encuentra con Hanna), después el primer nudo de la trama (la relación entre ambos personajes y su separación), a continuación el clímax (el juicio de Hanna), más tarde el segundo nudo de la trama (la estancia de Hanna en la cárcel y el contacto que mantiene) y finalmente, el desenlace (muerte de Hanna y visita a Ilana Mather).

VALORACIÓN DEL DIÁLOGO

El dialogo de los personajes viene marcado en gran parte por las lecturas que Michael hace a Hanna, lo cual es algo imprescindible para la película.
Con ellas se nos hace ver los caracteres de los personajes, sobre todo en sus discusiones, los cambios de humor de Hanna o la ternura en las frases de Michael. Pero casi nunca revelan sus sentimientos o pensamientos. Considero que el diálogo vale más por lo que no dice que por lo que dice. Además esto da mayor intensidad al guión debido a las interpretaciones de los personajes.
Los diálogos son realistas y sinceros, lo cual se ve claramente en las escenas del juicio, donde no hay ninguna frase que pudiera estar fuera de lugar. Además son también diálogos muy humanos. Un ejemplo de esta humanidad podemos apreciarla cuando en el juicio están interrogando a Hanna y, ante una pregunta que le hace el fiscal, ella responde “¿qué habría hecho usted?”. Ésta frase en concreto ayuda al desarrollo de la trama principal de la película y al de los dos puntos de vista sobre el conflicto ya mencionado.

ELEMENTOS QUE DEFINEN A LOS PERSONAJES

Los personajes principales son:
Michael: como ya hemos señalado antes pasa por esas tres etapas en las que pasa de ser un soñador a alguien frío. Debido a ello mantiene una relación no muy unida con su familia (su madre le echa en cara no haber ido al entierro de su padre). Con su hija también se muestra distante, y si no llega a ser por ella sería una persona solitaria.
Hanna: es misteriosa, reservada y sin nadie a su lado. Sin embargo al final de la película podemos ver lo frágil que es.
Los secundarios son: Ilina Mather, la hija de Michael, el profesor del seminario de la universidad…

Todos los personajes están bien definidos. Sin embargo podemos detectar algún estereotipo, sobre todo en los personajes secundarios como la familia de Michael, que es la típica familia alemana de posguerra (muy correcta y educada); o el personaje del profesor del seminario de la universidad, que es el típico profesor que intenta sacar lo mejor de sus alumnos y mantiene con ellos una relación cercana. De todas formas, todos ellos son esenciales en la historia y ayudan a su desarrollo interaccionando con el personaje de Michael, el cual se va desarrollando gracias a ellos.

OTROS ELEMENTOS SIGNIFICATIVOS

La exposición del tema da lugar a un conflicto moral. La película trata un tema muy delicado, el holocausto judío, el cual es sinónimo de muerte, sufrimiento y persecución sin una razón que tenga algo de lógica. Ante estos temas tan humanos solemos ser extremadamente sensibles, y más aún si tenemos contacto directo con las cámaras de gas o los hornos donde los nazis mataron a millones de judíos (los cuales nos son mostrados en El lector). Esto nos lleva a hacernos preguntas a nosotros mismos sobre cómo se pudo llegar a esa situación y, sobre todo, por qué se permitió, cómo la sociedad internacional de entonces fue capaz de mirar a otro lado y no hacer nada, mientras millones de personas eran vilmente asesinadas por el mero hecho de ser diferentes.

VALORACION CRÍTICA REFERIDA AL GUION EN SU CONJUNTO

Considero que El lector es uno de los mejores guiones adaptados escritos en los últimos años.
El tema se expone de la manera mas humana posible, dando a conocer los puntos de vista de las acusadas y de los jueces e incluso del pueblo alemán (cuando Hanna entra en la sala del juicio se oyen gritos llamándola nazi). Muestra a una generación de la Alemania de posguerra con ese sentimiento de culpabilidad dado por su pasado.
En la escena del encuentro de Michael con Ilina esto queda patente: se enfrentan en la misma habitación el sentimiento de culpa alemán y el tratar de olvidar por parte de los presos judíos. Uno de los últimos detalles que aparecen en la película es el de la cajita de té de Hanna, donde ella guardaba el dinero y que se la queda Ilina. Ilina coloca la caja de té junto a uno foto de su familia dando a entender que el pasado, pasado está (como dice Hanna “los muertos siguen muertos”) y que siempre se puede perdonar en la medida de lo posible, e intentar olvidar aunque a veces resulte imposible.

La primera vez que vi la película no me esperaba que ésta fuera la trama principal. Los acontecimientos se desarrollan de tal manera que hasta puedes llegar a conectar con los dos protagonistas y sentir la misma impotencia que Michael siente cuando los jueces condenan a Hanna a cadena perpetua.

La manera de resolver la película me parece la más correcta. En ningún momento se dice porqué Hanna se suicida, sino que es algo que el espectador puede intuir, puede saber las razones por las cuales lo hace debido a esa conexión con el personaje de la que he hablado anteriormente.

Uno de los fallos de la película es que a pesar de estar ambientada en Alemania, está rodada en inglés. Supongo que será por el tirón que podían tener en taquilla los actores.

Todos estos motivos hacen que El lector sea una excelente película donde se expone un tema muy delicado de manera cuidadosa. Además nos muestra una relación entre los dos protagonistas que podríamos decir
que no era la habitual en la época tanto por la diferencia de edad como por lo que une a los protagonistas, es una relación más bien sexual que de amor.

Personajes definidos con los que puedes conectar, situaciones que te hacen replantearte ciertas cuestiones, conflictos internos con los que sentirte identificado y un juicio que te invita a hacer un examen de conciencia. Esta es la combinación que hace de El lector un drama que no te deja indiferente.

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