jueves, 1 de julio de 2010

Brokeback Mountain de Ang Lee (2005)

Annie Proulx escribió en 1997 un relato corto que causó sensación a la vez que mucha polémica. La película sobre esta historia no podía ser menos.
Dirigida por Ang Lee, el relato nos sitúa en la América de 1963. Ennis del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal) acuden a buscar trabajo Brokeback Mountain (un lugar ficticio) en Wyoming. Durante sus meses aislados cuidando de un gran rebaño de ovejas, surge entre ellos una atracción sexual. A pesar de que Ennis le advierte a Jack de que solo ha ocurrido una vez, esto se vuelve a repetir, quedando los dos enamorados. Antes de lo que pensaban, deberán abandonar las montañas y eso significará decirse adiós. Tras una dura pelea, ambos vuelven a sus casas a continuar con su vida. Ennis se casa con su novia Alma (Michelle Williams) y Jack con Lureen (Anne Hathaway), a la que conoció en uno de sus rodeos.
Cuatro años después vuelven a encontrarse y ninguno de los dos es capaz de contener el impulso de besarse apasionadamente ante la mirada de Alma, que les ve desde una ventana de la casa.
Durante muchos años los encuentros entre los dos vaqueros serán muy esporádicos. Las obligaciones de trabajo de Ennis y un recuerdo traumático de su infancia (en su pueblo a un homosexual le arrancaron el miembro viril) hacen que Jack pierda toda esperanza de vivir juntos en un rancho.
Poco a poco sus dos matrimonios se van deteriorando. Jack se distancia de Lureen y Ennis se divorcia de Alma. Pero aun así, la vida junto a Ennis con la que Jack sueña sigue siendo imposible.
En su último encuentro, de nuevo vuelven a pelearse. Un poco más tarde, Ennis recibe una carta de Jack con el sello “Fallecido”. Rápidamente llama a su casa y su esposa le cuenta que una yanta le explotó en la cara y que cuando le descubrieron ya era demasiado tarde. Mientras Lureen se lo explica, se van alternando imágenes de Jack siendo golpeado por tres hombres.
Ennis acude a casa de sus padres en donde están parte de sus cenizas. El último deseo de Jack era que las llevaran a Brokeback Mountain, a lo cual Ennis se ofrece pero su padre rechaza la oferta. Antes de irse, Ennis visita la habitación de Jack. Asombrado, encuentra una camisa suya que él pensaba que se había dejado en las montañas. Dentro de la camisa se encuentra una camisa de Jack, ambas manchadas por la sangre de aquella pelea que tuvieron. Ennis llora abrazando las camisas y se las lleva como recuerdo.
Más adelante, su hija Alma, acude a la carabana de su padre para invitarle a su boda. Lo único que le pregunta es si aquel tipo la quiere. Entonces hace algo que nunca hizo por Jack y de lo que ahora se arrepiente: antepone la boda de su hija al trabajo. Cuando Alma se va, se olvida del jersey y Ennis la guarda en el armario. En la puerta hay una postal de Brokeback Mountain junto a las camisas. Una última frase: Jack, te juro…

Emocionante, tierna y dura a la vez y como no, muy controvertida. No se tenía mucha confianza en que esta película tuviera éxito, al menos en Estados Unidos, y contra todo pronóstico, acabó siendo nominada al Óscar a mejor película en 2005.

A pesar de tratarse de dos rudos vaqueros, el espectador puede sentirse plenamente identificado con cualquiera de los dos protagonistas. Uno demasiado pasional, el otro demasiado correcto y responsable. Uno da poco y el otro tal vez pida demasiado. Pero la moraleja está ahí: no hagas tanto lo que debes como lo que sientes.
Acudimos por primera vez al visionado de escenas sexuales entre homosexuales. Afortunadamente, las mentes poco a poco se van abriendo y esto incluye al cine. Aun así, fue prohibida en algunos países por considerar tabú el tema del que trata.

La dirección queda en manos de Ang Lee, el cual no es la primera vez que dirige un film de esta temática. En su filmografía encontramos el título de El banquete de boda.
Con un elaborado guión que cuenta más que el relato original, Brokeback Mountain nos hace simpatizar con dos protagonistas que actualmente forman parte de un colectivo rechazado por muchos. Pero señores, la homosexualidad ha existido siempre y lo que debe de empezar a existir es la tolerancia y el respeto hacia nuestros semejantes.

Puede que sea por esta razón por lo que la película no se llevara el Óscar, siendo otorgado a Crash de Paul Haggis, un buen film pero infinitamente menor a Brokeback Mountain.

Cabe destacar la preciosa música compuesta por el argentino Gustavo Santaolalla (tambien compositor de música para Babel, 21 gramos o Diarios de motocicleta), que pone la piel de gallina y una colosal fotografia de Rodrigo Prieto. Además, preciosos escenarios naturales, rodados en Canadá. Una gran interpretación de los actores principales ya que rodar las escenas de sexo no les resultó nada facil y encarnar a dos tipos duros y enamorados a la vez es un arduo trabajo.

Otra moraleja: no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.




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