miércoles, 7 de julio de 2010

La calumnia de William Wyler (1962)

William Wyler se atrevió a dirigir la primera película con temática lésbica. Además lo hizo nada más y nada menos que en 1962, con el famoso Código Hays aún en funcionamiento.

Dos buenas amigas Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) son las directoras de un exclusivo colegio para niñas. Karen está enamorada y comprometida con el doctor Joe Cardin (James Garner). Ante las ansias de ambos por casarse, Martha le pide a Karen que retrase la boda para no quedarse ella sola al frente de la escuela. Una niña malvada y cruel, de esas que ante cualquier castigo se excusa en un “es que me odian y me tienen manía”, tergiversa la conversación que oye y hace correr el rumor de que las dos amigas son en realidad amantes. Al día siguiente el colegio se vacía y ninguna de las dos sabe por qué. Cuando lo descubren, toda su vida cambia: no tienen dinero ni ocupación, la relación de Karen con Joe se tambalea y su reputación y dignidad están por los suelos, por no hablar de que son la comidilla del pueblo. Todo ello hace que una de ellas se suicide justo en el momento en el que todo se resuelve.

Sin duda, el personaje de la niña es cuanto menos odioso. Típica niña rica malcriada, manipuladora y consentida. Dan ganas de meter la mano por la pantalla y pegarla una colleja.

Se usa un lenguaje sutil para referirse a la relación que se supone que las dos protagonistas tienen. En 1962, a parte del ya mencionado Código Hays, era un tema considerado perturbador y tabú dentro de la sociedad. Y todavía hoy nos cuesta llamar a las cosas por su nombre.

En este drama psicológico lo que importa no es el rumor en sí, sino el efecto y reacciones que causa en las directoras del colegio y en los que están a su alrededor. Llegan a no poder pensar en otra cosa que no sea esa. Para hacernos reparar mas en ello, se usan planos largos, silencios... y un uso magistral de las luces y sombras (el film es en blanco y negro). Yo interpreto el suicidio de una de ellas de dos maneras: que en realidad era cierto que sentía algo mas que amistad hacia su compañera o que de tanto obsesionarse, se confunde y ella misma se cree que es cierto.

Si he de elegir alguna escena me quedo con la última: Audrey Hepburn pasando con la cabeza bien alta ante el pueblo que las insultó y las humilló. Parece que Wyler se adelantó a su tiempo y supo que algún día todas las personas homosexuales (aunque en este caso el personaje de Audrey no lo sea) caminarían de la misma forma.

Ya en 1960 el lenguaje clásico de Hollywood se agota y los finales felices van muriendo dejando paso a una nueva forma de tratar las historias. Basada en la obra teatral The Children's Hour de Lillian Hellman en 1934 y a pesar de su triste final, es una obra maestra.



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